El ingrediente secreto es perseverar y aprender

Alguna vez les ha pasado que están aburridos en su casa y ven un video en redes sociales de una receta súper rica y fácil, luego los domina feroz antojo y se motivan a poner en práctica todas sus habilidades culinarias, muy decididos se dirigen a la cocina y…. no tienen levadura, no queda harina o se acabaron los huevos. De esto se trata mi historia, en verdad de cómo esta situación tan triste se convirtió en un buen negocio.

Partamos por el principio, cuando estaba en la Universidad tomé un curso bastante bueno sobre Startups chilenas, historias sobre emprendedores y cómo sacaron adelante sus ideas, era un curso muy interesante, pero uno se daba cuanta de lo realmente difícil que era emprender, es que uno al principio decía ¡pobre gente! ¿en qué se metieron? Iban a dar su charla, todos al borde de la quiebra y sin exagerar, en el último minuto salían a flote, eso sí, después estaban ahí contando los finales de sus historias como todos unos craks. Luego de vivir esta experiencia, hace como 5 años, siempre me quedé pensando que de verdad quería emprender, pero ¿estaba dispuesta a sacrificar tanto?

La respuesta es que sí, estuve dispuesta a sacrificar incluso a mi propio hijo, es broma no tengo hijos, pero sonó bacán jajaja, sigamos.

Al salir de la U estuve trabajando en el mismo lugar que hice la práctica, me gustaba pero nunca me encantó, quería probar otras cosas, necesitaba un poco más de movimiento en mi vida, estuve como un año en esa pega y me fui, después encontré trabajo en una empresa más grande con un mejor cargo y fue demasiado, aún no tenía tanta experiencia y era demasiado el movimiento, estuve ahí poco menos de un año y me fui otra vez, aún no encontraba mi lugar.

Estaba buscando que hacer, intentando encontrarme a mí misma, descubrir lo que quería para mi vida y en medio de mi viaje mental/espiritual, llegó nuestro querido amigo el coronavirus, a arruinarlo todo, (o por lo menos eso sentí en ese momento) fue increíble cómo cambió nuestro mundo, fue un giró inesperado, de un momento a otro tuve que irme a vivir con mis papás, dejar de arrendar y volver a ser dependiente.

Imagínenme en ese momento, soltera, viviendo con mis papás y cesante, no pensaba que mi vida sería así a los 27 años, pero bueno, por lo menos tenía tiempo para descansar, pensar bien las cosas y aprovechar la vida familiar.

En todo caso, la vida familiar fue un tema, mi mamá nunca le ha pegado mucho a la cocina y como fui criada por ella yo tampoco tenía mucha idea, pero me gustaba harto cocinar, entonces mi maestro fue el siempre confiable internet. El día de mi gran revelación estaba en el sillón, en pijama, aburridísima, revisando Facebook y apareció una receta de Kuchen de manzana delicioso y esponjoso, entonces pasa lo que les conté antes, me posee el espíritu de Ratatuille, entro corriendo a la cocina y adivinen…. exacto, no había manzana, ¡Lo más importante! ¿Qué hago? Nada puedo hacer, estamos en cuarentena y no hay cómo salir a comprar, solo me enojé y me senté de nuevo en el sillón, reclamando.

Ustedes quizá me encontraran un poco exagerada, pero fue muy frustrante, pensé harto rato que quizá a mucha otra gente le pasaba, sobre todo por la cuarentena, debe haber mucha gente que no sabe las recetas, que las busca en internet como yo y que necesita reparto a domicilio cuando le falte algo. Ahí pensé en una app que tuviera recetas y llevara a la gente los ingredientes que no tuviera, y no solo serviría para personas que cocinaran cuando estaban aburridas (like me), si no que podría volverse indispensable para algunos.

Estaba convencida de que iba a funcionar, entonces aproveché lo último que me quedaba del finiquito y el bono de $500 mil de la clase media y contacté a un amigo computín de la U, el Pedro, con él tomamos el ramo de Startups y alguna vez soñamos con emprender juntos, le tenía mucho cariño (y también lo necesitaba para que hiciera la app) y dio la casualidad de que por la pandemia lo habían echado de la pega hace 3 semanas y estaba buscando qué hacer, le conté de mi idea y no lo convenció mucho al principio pero terminó aceptando.

Estuvimos planeando esto como 6 meses y por la situación país, pensamos que sería bueno tener un enfoque social, comprar solo a vendedores pequeños, porque había que apoyarse, fueron tiempos difíciles para chile en plena pandemia y sentíamos que debíamos poner

nuestro granito. Además, decidimos que el nombre de la app sería “El ingrediente secreto”

El Pedro puso la mitad de la plata e hizo la app, se demoró como un año, pero la hizo. Y yo puse la otra mitad, administraba el tema y además hice de delivery en el periodo de prueba. Y el negocio sí resultaba, pero teníamos que llegar a más personas, los ingresos no eran suficientes, la app necesitaba mejoras, ya teníamos algunas deudas y había que invertir más plata (que no teníamos), la quiebra era inminente, pero llevábamos un año y medio en esto y no queríamos abandonar aún.

Fue bastante duro, pasamos hambre y frio (literal), pero siempre nos acordamos de Guillermo uno de los tipazos que nos dio una charla en el curso, lo que más nos dejó fue la perseverancia, no rendirse hasta el final y tomar medidas desesperadas de ser necesario.

Entonces postulamos a Startups chile y nos dieron la plata y el apoyo, con eso pudimos dar el gran salto, contratar más personas y volvernos conocidos. En 5 meses, el uso de nuestra aplicación subió más de un 400%, estábamos muy bien, llegamos a ganar mucha plata y ser una app muy conocida en Chile, éramos un éxito. Dos años después de empezar estábamos pensando en llegar a otros países. Pero la pandemia ya había llegado a su fin y el uso de la app había comenzado a bajar porque las personas ya podían salir de sus casas y hacer una vida normal.

Esto no nos llevó a la quiebra, pero si teníamos menores ingresos, lo bueno es que nos preocupamos siempre de que las personas confiaran en nosotros y el cambio mundial hizo las aplicaciones mucho más cotidianas para todos, por esto, pudimos seguir operando bien.

Hoy en día seguimos pensando en llegar a otros países, pero sabemos que avanzaremos más lento, a veces se tiene un momento de mucho éxito y luego llega una crisis, para muchos la crisis fue la llegada del coronavirus, para nosotros fue el termino, dicen que donde unos ven problemas otros ven oportunidades. Todo este proceso fue un gran aprendizaje y puedo ver más de 5 años atrás cuando recién empezó todo en el curso de startups y darme cuenta de sí pude.

Este post es una historia inventada para el curso de Startups Chilenas

Related posts:

I decided to write this article while I was investigating a bug when shared logging agent didn’t send data in some modules of the applications and did in another. That wasn’t very complicated, but I…

Photos of a Rapid Blue C8 Corvette which slid off a vehicle lift in a dealership service department have been spreading like wildfire on social media. One photo shows the mid-engine sports car…

Independence Day is a national holiday in India that commemorates the country’s independence from the United Kingdom on August 15, 1947, the date on which the provisions of the 1947 Indian…